Las Seychelles son un grupo de aproximadamente 115 islas extendidas a lo largo de 1.600 km en la costa del este de África. Las tres principales islas ( Mahé, Praslin, y La Digue ) son montañosas y graníticas ( las únicas del mundo ), mientras que el resto son atolones coralinos. A diferencia de otras insulas similares, las Seychelles no son volcánicas, parecen más bien ser los picos de una inmensa planicie subacuática.
Las islas son un paraíso para la vida animal, pero en
particular para los pájaros y los peces tropicales. Son ricas en
vegetación, aunque no es muy variada ( distintos tipos de palmeras). Hay
bosques vírgenes en las zonas más elevadas de Mahé y de Slhouette ( que
alcanzan una altitud máxima de 500 m), así como en el valle de mai en
Praslin, donde se encuentra la extremadamente rara palmera gigante de
coco-de-mar. En estas zonas también es posible ver plantas carnívoras
escondidas entre auténticos ramilletes de orquídeas, buganvillas,
hibiscus y gardenías.
Escasez de mamíferos en Seychelles ( el rinoceronte gigante autóctono parece más un reptil) es recompensada con una gran cantidad de insectos, pero más sorprendente aún es la profusión de pájaros.
Las Seychelles tienen cuatro parques nacionales marinos, y más de 150 especies de peces tropicales de arrecife. Es el único país del mundo con dos zonas declaradas Patrimonio Natural de la humanidad, y a pesar de que los conquistadores ingleses y franceses llevaron a cabo una laboriosa masacre de tortugas gigantes, sigue existiendo una colonia importante en Curieuse.
Cuando se imagina el paraíso aparecen imágenes de playas solitarias de arenas blancas y aguas transparentes color turquesa con palmeras de fondo y peces que se pueden tocar con las manos. Las Seychelles plasma los sueños del paraíso en un hecho y cualquier imagen es superada por la fantástica naturaleza de estas 115 islas.
Los atolones coralinos y las islas volcánicas encierran parajes que son imposibles de olvidar. Su fauna es fantástica, animales únicos en el mundo, más de millón y medio de aves y la tortuga más grande del mundo bautizada como Esmeralda. La flora no se queda atrás, vegetación exuberante con el coco de Mer , la palmera símbolo de las Seychelles, con árboles macho y hembra y con frutos que llegan a alcanzar los 20 kg, de peso cada uno. Esta increíble naturaleza ha sobrevivido gracias al aislamiento que estas han sufrido durante siglos. Además, la población es encantadora, muy abierta y bien dispuesta hacia los extraños. En las Seychelles suena la dispuesta mezclada con el aroma de las especias mientras el sol lanza destellos desde el agua en un guiño que confirma que estas islas son el paraíso terrenal.
La visita a Islas Seychelles se realiza en general desde otros destinos turísticos de África como Sudáfrica, Kenia o Tanzania. Pero igualmente cuenta con un aeropuerto internacional en su capital –Victoria- a donde arriban turistas de las principales ciudades del mundo. El archipiélago tiene clima tropical ideal para el disfrute. Temperaturas que van entre 25 y 30°C. Hay que tener en cuenta que de noviembre a mayo es época de abundantes lluvias.
En las Islas Interiores los turistas cuentas actividades sumamente recomendadas para conectar de una forma especial con este maravilloso paisaje natural. Una de ellas es el avistaje de avifauna, especialmente interesante luego de abril, momento en que llegan las aves migratorias. Otra alternativa imperdible es el buceo en los arrecifes, nadando en aguas increiblemente transparentes. En los arrecifes habitan más de 300 especies de peces tropicales y 2500 tipos diferentes de corales multicolores. La actividad puede realizarse tanto con tubos de oxígeno como con snorquel.
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